Fue una pedida sencilla e íntima, pero para mí, super especial. Por motivos de trabajo tuve que pasar en Madrid la nochevieja y Nacho no dudó en quedarse conmigo para que no estuviese sola. Después de las uvas, brindis, un vídeo precioso con un resumen de nuestro año y unas palabras… me pidió si quería casarme con él.
¿Por qué María Barragán?
Tenía ideas de lo que me gustaba y sobre todo, sabía lo que no me gustaba. Al conocer a María, le conté todo esto y supe que tenía que ser ella. Me transmitió mucha confianza y vi mucho estilo en ella y su trabajo.
¿Cómo fue el proceso del vestido?
Sinceramente, no fue del todo fácil. Al elegir el escote asimétrico y la espalda al aire era complicado que no salieran arrugas, pero gracias al trabajo constante de María y Ana, lograron que quedase perfecto. Finalmente, consiguieron hacer el vestido de mis sueños.
¿Cómo te sentiste el día de tu boda?
Me sentí guapa, cómoda y feliz. Volvería a elegirlo sin duda.