testimonio de

ISABEL

¿Cómo os prometisteis?

Nos conocimos en Punta Umbría, Huelva, entre terrazas de verano y atardeceres, somos expertos en encontrar los mejores. Víctor me pidió matrimonio en Mazagón en una playa virgen donde vamos cada 3 de agosto a celebrar un año más de novios y a la que espero seguir yendo cada verano para celebrar muchos más. Fue al atardecer, por supuesto, el más bonito de nuestra vida, solos y con champán como cada año. Aún se me saltan las lágrimas al recordar el sentimiento cuando lo vi arrodillado. Dije un sí rotundo y desde ese mismo momento no paramos de hablar de la boda… y hasta día de hoy.

¿Por qué María Barragán?

Mi hermana Paloma se casó antes que yo. Buscando su vestido hicimos visitas a diferentes diseñadores por Madrid, entre ellos encontramos a María, una diseñadora fantástica con un equipazo increíble. Desde el momento en que entramos en el atelier nos encontramos como en casa. Mi hermana salió de allí como la novia más guapa y elegante que jamás había visto. Así que cuando Víctor me pidió matrimonio, seguí los pasos de mi hermana. Me fui a ver a María y empezamos el diseño del vestido.

¿Cómo fue el proceso del vestido?

Desde que llegué, María me ofreció bastantes opciones, aunque yo tenía varias ideas en mente que Maria me ayudó a pulir y mejorar. Se nos iban ocurriendo ideas nuevas e íbamos probando y añadiendo o descartando. Fue un proceso muy bonito, en todo momento en contacto con María y Ana que para mí fue indispensable para ir puliendo y dando forma a la idea principal. Me sentí muy cómoda con ellas y sobre todo muy segura de mi elección, sabía que María y Ana dejarían el vestido PERFECTO. Un cuidado absoluto con las costuras, las y transparencias y cualquier detalle que pudiéramos encajar asegurándose que todo estuviera bien hecho con un acabado inmejorable. Sin duda volvería a elegir María Barragán

¿Cómo te sentiste el día de tu boda?

El día de mi boda estaba FELIZ. Es un día en el que te sientes guapa por naturaleza. Además, sabía que había elegido las mejores manos. Me sentía cómoda y tranquila, y cuando lo colgué todo en mi habitación las personas que iban entrando iban emocionándose. En el momento en que me lo puse pensé que era una auténtica joya. El vestido más especial para un el día más importante de mi vida.

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